Ensalada reina

La ensalada es un platillo que puede equivaler a una comida completa

Por Tere Guerrero

Cada vez existen más estudios acerca de la relación que tiene la comida con nuestra salud en general, así que la recomendación que nos hacen los profesionales en salud es lograr una dieta equilibrada, baja en carbohidratos vacíos (azúcares y harinas refinadas) y abundante en frutas, verduras, carbohidratos complejos, proteínas y grasas de buena calidad. En pocas palabras: ¡debemos comer más ensaladas!

Una buena ensalada debe contener un poco de todo para ser saciante, sabrosa y fresca, y si le ponemos los ingredientes correctos será una comida completa.

Te paso una receta deliciosa:

Ensalada reina para 2 personas.

Ingredientes:

-250 gr. de pechuga de pollo cocida y desmenuzada.

-100 gr. de almendras laminadas.

-Cebolla picada al gusto (opcional).

-Apio picado finamente, cantidad al gusto (opcional).

-2 rebanadas de melón cortadas en cubitos.

-150 gr. de uvas cortadas a la mitad.

-Hojas de lechuga, cantidad al gusto.

-Espinacas baby, cantidad al gusto.

-2 cucharadas de mayonesa light.

-2 cucharadas de yogur natural o griego.

-Jugo de medio limón.

-Sal y pimienta al gusto.

Preparación:

Haz una cama de lechuga y espinaca directamente en dos platos.

Mezcla la pechuga desmenuzada, la cebolla, apio, sal, pimienta, limón, mayonesa y yogur en un tazón.

Divide la mezcla en los 2 platos que ya tienen la base de lechuga y espinaca y decora con el melón, las uvas y las almendras laminadas.

¡Buen provecho!

La ensalada es un platillo que puede equivaler a una comida completa.

¿Será que hay algo más que nos llene por completo? ¿Algo a lo que no le falta nada? ¿Qué tal la relación con nuestro Señor Jesucristo? El libro de Colosenses nos afirma que en Cristo estamos completas.  

Esta declaración es un ancla. Cuando vienen a nuestras vidas la duda, la tristeza y la angustia, cuando sentimos que algo nos falta, recordemos que en Cristo estamos completas. Gracias a Él tenemos todo lo que necesitamos para vivir en gozo y abundancia.

No busquemos en otro lado, en otras corrientes de pensamiento o en ídolos; Jesucristo es Dios mismo y tiene la capacidad absoluta de sustentar nuestras vidas, pues conoce todas nuestras necesidades.

Así que acudamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador para lograr la plenitud en nuestro caminar por esta tierra, ya que nuestro destino final es la eternidad con Él.


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