La vida y Jenga

Foto por Sara Trejo

Por Tere Guerrero

¿Has sentido que te apresuras a la hora de tomar decisiones? ¿Alguien te ha dicho que eres poco observadora? ¿Se te dificulta concentrarte en alguna tarea?

Prueba ejercitar tus capacidades con un juego de mesa llamado Jenga. 

El juego de mesa Jenga fue creado por la diseñadora y escritora británica Leslie Scott en la década de los setenta. Scott creció en África, donde aprendió a jugar con bloques de madera que usaban los trabajadores locales. Inspirada en esta experiencia, Scott creó un juego de habilidad y destreza que utilizaba bloques de madera apilados en torres.

El nombre Jenga proviene de una palabra swahili que significa construir. Scott presentó el juego en Londres en 1983 y fue un éxito instantáneo. Desde entonces, Jenga se ha convertido en uno de los juegos de mesa más populares, con millones de copias vendidas en todo el mundo, y numerosas competencias organizadas en diferentes países.

El juego consiste en quitar piezas e ir colocándolas en la parte superior, consiguiendo que la torre se siga manteniendo en pie. Este juego pone a prueba cuestiones tan básicas como el pulso, aunque también ayuda a desarrollar la pericia y la lógica. La idea es conseguir quitar las piezas, utilizando siempre dos dedos, sin que la torre se desmonte. 

Beneficios que aporta el juego:

  • Ejercita la concentración. Es un juego que ayuda a los participantes a mantener la concentración activa. 

  • Desarrolla la paciencia. Cada participante tiene que esperar a que los demás jugadores terminen su turno. 

  • Incrementa la capacidad de análisis. Los jugadores deberán analizar la mejor forma de quitar la pieza adecuada, evitando que la torre se derrumbe por completo.  

  • Ayuda a tomar decisiones. Cada jugador se concentra en el juego, analiza la situación y, por último, elige la pieza que deben sacar. 

Así como cuando jugamos Jenga, en la vida debemos enfocarnos y pensar con mucho cuidado antes de actuar. A veces estamos distraídas con tantas tareas en nuestra mente que perdemos la capacidad de observación, y afectamos nuestra toma de decisiones. Si en un juego, en el que no hay mayor repercusión, esperamos el momento adecuado, decidimos, pensamos y hacemos las cosas con precisión ¡cuánto más debemos ser cautelosas y pensantes en la vida real!

Lucas 14:28: «Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?».


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