Estudiar Derecho y ayudar a otros

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Serie: ¿Qué puedo estudiar?

Por Esencia

Mi nombre es Kimberly Bachiller y estudié la licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (2013-2018).

Elegí estudiar leyes porque desde que iba en la preparatoria, a través de algunas clases, descubrí que Dios me había dado la habilidad de entenderlas e interpretarlas y que a través de eso podía ayudar a las personas a entender sus obligaciones y derechos, y tener acceso a estos. 

Además, uno de mis libros favoritos de la Biblia es Levítico. Fue un punto importante en mi decisión de estudiar esta carrera, porque es impresionante ver lo perfecto que es Dios a través de cada una de las leyes que instituyó para el pueblo de Israel y saber que son la base de todas las leyes actuales en el mundo. 

De hecho, en mi primer año de la carrera tuve una materia en la que el maestro usaba la Biblia, específicamente el Pentateuco, para enseñarnos el origen del Derecho. Para mí, esto fue padrísimo porque entendí que cada aspecto de mi carrera me llevaría a ver a Dios como el predecesor de todo.

Actualmente trabajo de manera remota en una firma legal que se encuentra en Washington D.C., Estados Unidos, como Team leader. Ayudamos a migrantes en su mayoría mexicanos y latinoamericanos a arreglar sus papeles en Estados Unidos a través de las vías legales que el gobierno de ese país nos permite. 

Lo que más me gusta de mi trabajo es que a través de lo que hago puedo ayudar a muchas personas. Me gusta escuchar sus historias, todo lo que tuvieron que dejar atrás, los sufrimientos, las alegrías, malos ratos, etc. Y todo por tener una mejor vida.

Sé que Dios me puso en ese lugar para servirle y usar mis conocimientos y habilidades para hacer el bien a todas esas personas. Sé también que, siendo una buena trabajadora, cumpliendo con mis responsabilidades y obedeciendo a mis superiores, sirvo a Dios, porque Él me ha llamado para estar en ese lugar.

En el futuro, me gustaría estudiar una maestría relacionada con las leyes y procesos migratorios de Estados Unidos.

Ahora, después de ocho años de haber elegido mi carrera, sé que tu carrera profesional también es un llamado de Dios, por lo que antes de cualquier cosa, debes estar muy cerca en tu relación con Dios para poder escuchar su voz. 

Si ya tienes alguna carrera en mente o varias, contesta estas preguntas: ¿Cuál es tu motivación para estudiar esa carrera? ¿Es el dinero? ¿La fama? Como hijas de Dios, nuestra motivación siempre debe ser Cristo y cumplir su propósito en nosotras. Cuando sigues el llamado de Dios, Él nunca te va a dejar sola. Él te va a dar todo lo que necesitas para cumplirlo.

Si el Derecho es una de tus opciones, déjame decirte que te la recomiendo ampliamente. Tiene muchas ramas en las que puedes desarrollarte y en cada una siempre habrá la oportunidad de ayudar a las personas. Hay mucha gente que no conoce ni sus derechos básicos o no sabe cómo hacerlos valer ante una necesidad y ahí es donde tú puedes ayudar.  Si te gusta leer, analizar, argumentar y escuchar a las personas, creo que es una muy buena opción. 


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