El escudo

Foto por Sara Trejo

Foto por Sara Trejo

Usa esta protección que Dios te ofrece

Por Julia Harris

Al describir la armadura de Dios, Pablo hablar del escudo romano y usa una palabra griega que se refiere a un escudo rectangular muy grande detrás del cual cabía el soldado, semejante al que usan los policías el día de hoy en una manifestación.

Necesitamos el gran escudo de la fe para bloquear las dardos de duda, distracción y desesperación de Satanás. El enemigo usa dardos porque los puede usar a distancia y encubiertamente. Vemos su maldad al usar dardos de fuego, pues busca quemar nuestro escudo. El escudo de Dios no solo detiene los dardos, los apaga.

Pero la protección no es automática, tenemos que «tomar» el escudo, es una acción consciente. Cuando depositamos nuestra confianza en Dios el escudo está en la posición correcta, cuando ponemos nuestra confianza en nosotras mismas, los dardos del enemigo pueden hacernos daño.

¿Qué hacer para tomar el escudo de la fe? 

1.    Creerle a Dios y saber lo que dice: «La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios» (Romanos 10:17).

2.    Vivir lo que Dios nos dice, es decir, seguir sus pasos (Colosences 2:6). 

Medita y memoriza

«Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo» (Efesios 6:16).


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