Patinar para Dios
Foto por Juan Esparza
Aprovecha los beneficios de esta actividad
Por Tere Guerrero
Mike Steinkamp es un joven que se define por dos cosas: ser un patinador y ser cristiano. Es por eso que en el año 2010 empezó un: «Ministerio del patinaje».
Mike comenzó su ministerio del patinaje gracias a un llamado de parte de Dios. Él mismo narra: «Me sentí llamado a llevar el mensaje de Jesús a los patinadores, porque son mis amigos. Paso mucho tiempo con ellos y la mayoría no va a la iglesia, ni sabe nada del Evangelio de Jesús. Por eso me siento misionero en este ambiente, no es necesario viajar a partes remotas del mundo para llevar las buenas nuevas, a ellos los tengo cerca de mí».
En su web y en las redes sociales publica sus vídeos en patineta junto a mensajes que ayudan a los usuarios a iniciar y desarrollar una relación con Dios.
Para conseguir que el mensaje cristiano sea más accesible a los patinadores, Mike escribió un devocionario para 14 días. Se puede conseguir en la app Landing Bolts.
Con esta historia en mente, ¿ya adivinaste qué actividad estoy proponiendo que realices? Si, el patinaje sobre ruedas.
El patinaje sobre ruedas, como toda actividad aeróbica, ofrece una serie de beneficios para la salud y el bienestar, además de ser una actividad recreativa divertida. Aquí tienes algunos de las ventajas más destacadas:
Ejercicio cardiovascular, quema de calorías, fortalecimiento muscular, mejoría en la coordinación y el equilibrio, bajo impacto, mejoría en la flexibilidad, reducción del estrés, socialización y desarrollo de habilidades motoras entre otros.
El patinaje sobre ruedas es muy versátil, ya que puede realizarse de manera individual o grupal y en diferentes modalidades: velocidad, artística, con patineta y otras.
Así como Mike combina el ejercicio como una actividad deportiva, social y ministerial (hablando de Cristo a otros patinadores), tú puedes unirte a una red ya existente de patinadores o crear una red que persigan los mismos objetivos.
Es muy eficaz cuando combinamos nuestra vida cotidiana con la vida espiritual. Colosenses 3:23 dice: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres». Qué mayor satisfacción sentirás si lograr ejercitar tu cuerpo, mente y espíritu en una misma actividad, que a la vez está glorificando a Dios cuando compartes su Palabra con otros. ¡Sería espectacular!
Te animo a desempolvar tus patines viejos y si no tienes, ve a comprarte un par de ellos. Así como el joven Mike, puedes hablar del evangelio a otros de manera espontánea y divertida; verás que no te vas a arrepentir.
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