Tres verdades sobre tu mamá
¿Quién crees que tiene mayor interés en ti? ¡Jesús! Por eso diseñó a una mujer especial
Por Karla Olivares
Aquí te comparto tres verdades sobre madres que aman a Dios y conocen a Jesús
Tu mamá sabe lo que te conviene
Las mamás nos conocen demasiado, mejor que nosotras mismas. No entendía esto, hasta que fui creciendo y entendiendo el papel que desempeña mi madre.
Recuerdo, entre regaños, la frase: “Ese muchacho no te conviene”. ¿Por qué me decía esto? Mi madre no convivía con él, no platicaban y por supuesto no lo conocía como yo. Entonces, ¿en qué se basaba para decirme que era mejor alejarme de él? Muy sencillo, sabía que aquel muchacho no amaba a Dios y por lo tanto sería difícil que pudiera amarme a mí.
Los noviazgos son difíciles, pero sin Cristo en medio de ellos, peligran y suelen ser tormentosos. Escucha la voz de tu mamá, Dios te habla a través de ella. (Proverbios 14:1)
Tu mamá jamás va a ser tu amiga
Debes entender que tu mamá siempre tendrá ese papel y ningún otro. En la escuela tienes compañeros, con los cuales aprendes y tienes algunos gustos en común. En el templo convives con amistades que creen en lo mismo que tú, y de igual forma tienen luchas y dudas espirituales.
¿Por qué tu mamá no puede ser tu amiga? Simplemente porque su rol es distinto. Existe una jerarquía, en la cual, el Señor diseñó a tu madre para ser una guía.
Los mejores consejos los recibirás de ella por dos razones: 1. No busca tu aprobación, así que siempre será sincera y 2. Porque te ama, por lo que siempre buscará lo mejor para ti. Tu mamá está para acompañarte y llevarte de la mano en tu camino. Tu mamá escucha tus problemas, te aconseja y sabe guiarte con amor y disciplina. (Colosenses 3:20)
Tu mamá siempre ora por ti
Esta idea es de lo más normal, ¿no crees? No imagino una mamá que no ora y entrega la vida de sus hijos en las manos de Dios. Pues, querida amiga, déjame decirte que eres privilegiada al tener una mamá que ora.
Es cierto, hay mujeres que no disfrutan a sus hijos como tu madre te ha disfrutado a ti. Además, su pensamiento desde que se levanta y hasta el momento que se acuesta está enfocado en tu bienestar.
Mi mamá ha orado toda su vida por mí y por mi hermana. ¡incluso ha orado por nuestras parejas!
Tal vez tú no te des cuenta, pero las rodillas de tu mamá se doblan para ponerte en manos del Señor. Su oración no será para que seas millonaria y famosa, pero sí para que encuentres el propósito y cumplas el plan que tiene Jesús para tu vida. (3 Juan 1:4)
Dale gracias a Dios por la vida de tu mamá, porque Él la escogió de entre muchas mujeres para que crecieras en su vientre, para que te educara y te enseñara del amor de Dios.
Tal vez también te interese leer:
Aprovecha a tus abuelos (Tips que te ayudarán a conocer mejor a esas personas
especiales)
Cuando mi abuelo remodeló una cárcel (Descubre lo que aprendió esta nieta de su abuelo)
Creciendo entre hermanos varones (Descubre las ventajas de tener hermanos)