8 ideas para ayudar a un introvertido a disfrutar las fiestas navideñas

Foto por Liz Pagliuco

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Aprovecha tus cualidades de introvertido y observa a la gente

Por Andrea Hernández

¡Ha llegado el tiempo de prepararnos para Navidad y despedirnos del año! Es una temporada emocionante que para muchos viene con una ola de posadas, festivales, salidas, convivios, intercambios, visitas, comidas y fiestas. En nuestra cultura, lo natural es festejar con múltiples actividades y grupos de personas. Pero para un introvertido puede ser complicado adaptarse a tal ritmo de socialización.

Soy introvertida y desde niña la temporada navideña ha sido mi favorita. Sin embargo, aunque parezca contradictorio, lo común es que al final de las vacaciones, termine agotada, a un punto de saturación mental. Cuando era pequeña, en casa seguido me cuestionaban por que me desaparecía constantemente en las reuniones familiares o me ponía de mal humor si nos quedábamos hasta tarde y ya no quería hablar con nadie. Cuando me percaté de eso, pensé que había algún problema serio en mí.

Hasta hace pocos años comprendí que mi cerebro simplemente trabaja diferente y que necesito estar consciente de lo que implica ser introvertida. Ahora sé que para cargar energía física y emocional, debo invertir tiempos significativos de soledad y descanso, y así podré compartir mi amor por los demás con más entusiasmo.

Si tú también te consideras introvertido y batallas para sobrevivir o disfrutar las fiestas navideñas como quisieras, estas sugerencias pueden ser útiles antes, durante y después de una reunión:

1. Conócete.

Investiga cómo trabaja tu mente. Hazte una prueba de personalidad. Busca las características con las que te identifiques y trata de entender por qué piensas, sientes y actúas como lo haces. Deja de compararte con los extrovertidos. Hazte preguntas difíciles o pídele a alguien de confianza que te describa cómo te percibe cuando estás entre mucha gente. Reúnete con un coach. Escribe en un diario tus emociones. Haz una lista de lo que te da vida y lo que te quita vida de las fiestas. Habla con otros introvertidos.

2.   Recarga energía.

Nivela tu ritmo de vida, en especial en estas fechas. Si sabes que vas a pasar la noche en una cena familiar o con compañeros de trabajo, busca un tiempo en el día para estar solo, con el menor estrés posible. Duerme, lee un libro, ve una serie o algo que te relaje. Si tu compromiso es justo después del trabajo o la escuela, camina en lugar de tomar el metro o trabaja en lo que más disfrutes. Haz lo que quieras, pero sé intencional en no gastar de más tu fuerza física y emocional y guarda una buena parte para la convivencia más tarde.

3.   Crea expectativas.

Ya que conoces bien tu personalidad, no temas en comunicarlo a otros, sobretodo a tus amistades más cercanas. Si tienes visitas en tu casa, menciónales la hora en que irás a la cama o cuán importante es para ti cerrar la puerta mientras estudias. Que ellos sepan qué esperar durante su estancia contigo.

Si vas a un evento, avisa que no te quedarás después de cierta hora o que sepan que si te ven sentado por un rato no significa que estás aburrido o enojado, sino que te gusta observar la decoración y disfrutar la música de fondo mientras ves a otros platicar y divertirse. Sé sincero.

4. Mentalízate.

Si ya dijiste que sí vas a la posada de tu Iglesia, prepárate mentalmente antes de ir. Piensa en cuánta gente está invitada, ubica a dos o tres personas que vayan a asistir también con las que te lleves bien para convivir con ellas. Planea hablar con una o dos personas nuevas que te parezcan interesantes y que tú ya tengas identificadas de antemano.

No es natural para un introvertido tomar la iniciativa en una conversación, pero si piensas en qué preguntarles o decirles desde antes y tienes interés genuino en conocerlos, hacer el primer contacto no será tan difícil.

5.  Prepárate.

Libérate de cualquier cosa que te cree ansiedad, antes del evento. ¿Ya horneaste el postre que te tocó llevar? ¿Envolviste el regalo de intercambio? ¿Confirmaste tu asistencia? ¿Vas a llegar solo o acompañado?

Si tu acompañante también es introvertido, la pasarán genial, pero corren el riesgo de encerrarse en una burbuja y perderse de momentos significativos. Si vas acompañado de un extrovertido puede ser de gran ayuda para romper el hielo e integrarte más rápido, pero corres el riesgo de que se quede platicando con los demás y lo pierdas de vista.

Valora qué prefieres y anticípate. También puedes prepararte en temas actuales o de interés general para sentirte más confiado en conversaciones que surjan. Si prefieres escuchar en lugar de hablar, piensa en preguntas interesantes, fuera del cliché, que puedas hacerles a los demás. Busca maneras de involucrarte, pero no te aísles en un rincón.

6. Sirve.

Durante una celebración puede llegar a ser abrumador para un introvertido ver tanta gente, luces y movimiento. Además escuchar ruidos, voces por todos lados y no saber por dónde empezar o qué hacer.

Puedes buscar al anfitrión y ofrecer tu ayuda. Ayúdale a servir el ponche, poner decoraciones, partir el postre, recoger los platos, tomar fotos, etc. De esta manera te sentirás parte del grupo y será más fácil acercarte a la gente de una manera natural mientras te mantienes ocupado.

7.  Mantén límites.

Siéntete libre de no aceptar todas las invitaciones que te hagan. Aprende a decir que no y enfoca tus fuerzas, tiempo y dinero en tus relaciones más significativas. Durante una celebración, se vale salirse unos minutos del lugar para buscar un momento de silencio.

No te sientas mal si te vas temprano o si no hablaste con cada persona ahí presente. Marca tu calendario y asegúrate que tus tiempos de descanso y de fiestas estén balanceados.

8.   Exprésate.

Aprovecha tus cualidades de introvertido y observa a la gente. Escucha con atención sus conversaciones, identifica sus necesidades, ora por ellos. Si te gusta escribir, toma un tiempo para procesar la reunión a la que fuiste y después escríbeles por mensaje de texto o en una nota tus pensamientos y agradecimientos por haberte invitado, dales palabras de afirmación y escríbeles tus versículos favoritos.

Ante todo, disfruta este tiempo para honrar al Dios del Universo que decidió venir como un bebé y darnos en su Hijo Jesús, el regalo más grande que la humanidad puede recibir. ¡Por eso celebramos!

Finalmente, todos tenemos un mismo llamado a la comunidad, a la humildad y al amor genuino. Qué mejor que demostrarlo en esta época tan especial celebrando juntos a nuestro Salvador, usando cada quien las cualidades de su personalidad, entregando todo su ser en cada festejo. ¡Que lo disfrutes!

«No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad… Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente… Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo!» (Romanos 12:9-10, 16 NTV).


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