Un compañero me invitó a fumar un cigarro de mariguana. Ya no volví a ser la misma. A los pocos meses, rompí las ataduras que parecían limitarme y dejé el hogar que me vio nacer
Un compañero me invitó a fumar un cigarro de mariguana. Ya no volví a ser la misma. A los pocos meses, rompí las ataduras que parecían limitarme y dejé el hogar que me vio nacer