8 tips para verte mejor

Foto por Erick Torres

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Los consejos probados son oro molido

Por Tere Guerrero

Dietas, ejercicios, masajes reductivos, spas, cirugías, ayunos, extensiones de cabello, gelish, pestañas postizas, fajas, aparatos milagro y más. 

Cueste lo que cueste, quieres verte más joven y bonita. Sin embargo, hay una línea muy delgada en todo este asunto, pues cuidarte y verte bien aunque no es un deseo malo, se puede convertir en una obsesión al punto de gobernar tus pensamientos, hábitos y prioridades.

Si al ir a un restaurante a desayunar con tus amigas, estás contando calorías todo el tiempo y te quedas con una enorme culpa por haber comido un poquito de un alimento «prohibido», ¡cuidado! Puedes ser esclava de la comida.

Jesucristo dijo «Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Mateo 6:21).   

Dios desea que tu apariencia física muestre gratitud, gozo, paz interior y sobre todo, libertad. Él creó todo y lo hizo bueno para nosotros. 

Por eso, aquí te comparto 8 tips para no solo verte mejor, sino estar mejor:

  1. Recuerda que a Dios le interesan todos los aspectos de tu vida. Tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. Pasa tiempo con Él para descubrir su propósito para cada día.

  2. Evita los alimentos altos en calorías o dañinos. Prefiere todos los alimentos naturales y no procesados. Dios nos regaló una enorme variedad.

  3. Ejercítate 3 o 4 veces a la semana, durante por lo menos 30 minutos.

  4. Goza a tu familia y amistades intensamente. Las buenas relaciones son más valiosas que muchos likes en las redes sociales.

  5. Recuerda que la vida en esta tierra es efímera, enfócate en lo que trasciende.

  6. Procura cuidar tu aseo personal. Por ejemplo, que tu cabello esté sano y limpio, sin caspa ni orzuela; mantén tus uñas sanas y arregladas; lleva siempre ropa limpia, planchada y de colores que te favorezcan.

  7. No guardes rencor y vive con agradecimiento. Recuerda que «el corazón alegre hermosea el rostro» (Proverbios 15:13). 

  8. Acepta tu cuerpo como parte del buen diseño de Dios, ámalo, cuídalo y escúchalo. 

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